lunes, 8 de enero de 2007

Motivar ciudadanía es sembrar cultura

Realmente, incitar formas de recrear sentimientos de ciudadanía, es sembrar cultura. En otras palabras, es un problema cultural que compromete valores y actitudes: pero también que acarrea condiciones por las cuales puede acuciarse la disposición necesaria no sólo por parte de quien se aventure al hecho mismo de concienciar conductas acordes con modales, principios éticos y moralidad cívica. También, por parte de los actores político–institucionales y político–sociales que pululan alrededor del hecho notorio, comunicacional y público.

Es, justamente, al entender que las realidades se dan en medio de estos contextos complejos cuando comienza a comprenderse y reconocer que, ciertamente, motivar ciudadanía requiere de condiciones que incidan en el ambiente cultural y social en el cual se mueven quienes se atreven a apostar sus energías en aras de alcanzar niveles de conducta cívica.